El proceso de beatificación de Juan Pablo II, que se abrió el 28 de junio de 2005 en Roma y culminará el 1 de mayo de este año, es uno de los más cortos en la iglesia moderna y similar al de Teresa de Calcuta, con una duración de seis años desde su muerte.
En junio de 2005, por deseo expreso de Benedicto XVI, se abrió en Roma el proceso de beatificación de Juan Pablo II, fallecido el 2 de abril de ese mismo año, sin haber transcurrido los cinco años de su muerte que establece la legislación canónica.
No obstante, la norma atribuye al papa la potestad de acelerar el proceso para que comience antes del citado plazo.
Eso hizo Juan Pablo II con la Madre Teresa de Calcuta, fallecida en septiembre de 1997. Con una dispensa especial, fechada en diciembre de 1998, comenzó el proceso de beatificación de la religiosa albanesa y finalizó con su beatificación en octubre de 2003.
El 19 de diciembre de 2009, Benedicto XVI proclamó “venerable” a Juan Pablo II, después de aprobar el decreto por el que se reconocían las “virtudes heroicas del Siervo de Dios”, Karol Wojtyla, primer paso hacia la santidad del papa polaco.
Benedicto XVI ha aprobado hoy finalmente el milagro que conducirá a la proclamación de beato a Juan Pablo II.
Se catalogaron 251 supuestos milagros inexplicables realizados por intercesión de Wojtyla, pero el postulador de la causa, el sacerdote polaco Slawomir Oder se inclinó por la curación de la monja francesa Marie Simon Pierre, aquejada de Parkinson, la misma enfermedad que padeció Juan Pablo II.